domingo, 12 de octubre de 2014

Pararse de manos... pararse en la vida

Creo que mucha gente hace muchas analogias con la vida y me parece lógico, pues si es algo que ocurre en la vida, si o si tendrá relación con la vida misma.

Así que mi analogia de hoy es: Pararse de manos, es pararse en la vida.



Para pararse de manos muchos creen que es solo fuerza, otros que es solo equilibrio o flexibilidad o talento místico único que solo algunos poseen. La verdad yo siento que es como todo en esta vida, se requiere de paciencia, de disciplina, mezclar la cuota justa de gusto y de obligación, con esto los resultados llegarán de una u otra forma, al ritmo que sea necesario. Algunos verán los resultados muy pronto y otros parecerá casi imposible llegando lento; mismo escenario en otra actividad y los papeles cambian, siendo el que veía resultados lentos ahora los tiene rápido. Nuevamente esos equilibrios cósmicos universales, que hacen que en distintos escenarios debas aprender. Si todos fuésemos buenos en lo mismo, no habría nada que aprender en esta vida.

Estando parado en las manos, sintiendo el cuerpo completo en algo que normalmente no usas para mantenerlo erguido, te pone frente a frente a enfrentar tus miedos. "Me caeré de espaldas, me pegare en la cabeza, mi columna sufrirá" y miles de etcéteras. Caso similar ocurre en la vida cuando te ves enfrentado a algo nuevo o a valerte por ti mismo, surgen los miedos, las preocupaciones. Pero, al igual que pararse de manos, es cosa de entrenarse, de aplicarse, de partir con lo básico y luego ir sumando dificultad.

Los brazos dicen que son una extensión del corazón; con los cuales abrazas, entregas amor y también con los cuales creamos cosas. Y los pies son nuestra base, nuestro movimiento, nuestras raíces para soportar los embistes del tiempo y de las circunstancias.
Pararse de manos es casi invertir esos papeles o mejor dicho, es llevar ese poder de creación, de entregar amor y expandirnos, al papel de que sea nuestra base, que sea lo que nos mantiene en su totalidad. O sea, aplicado a la vida, es dejar que el corazón sea quien te sostenga.

Como en muchas actividades, hay veces que en el entrenamiento de conseguir lo que buscas, llegas a un punto de perfección, al cual yo le llamo "la zona" y lo sientes y dices internamente "entre en la zona!". A veces dura segundos pues el emocionarte te lleva a salir de la zona. A veces dura un poco más y al intentar alargar lo más posible esa sensación propicias el salirte de ahí sin quererlo. Pero llegar a ese momento de perfección, de cero esfuerzo, de equilibrio perfecto, te deja motivado a seguir más. Ese micro-segundo en que logras sintonizar ese dial de tu radio interna, te hace escuchar música y ser feliz, te hace fluir, te hace bailar con la vida y disfrutarlo.

¿Y ustedes, en que actividad han sentido ese entrar en la zona?  

sábado, 29 de marzo de 2014

Yo no te hice mujer...

Siglos sin escribir en este sitio, pero la finalidad del mismo era hacerlo cuando quisiera, así que, aquí vamos nuevamente (ojo que solo es un fragmento, sino estarían leyendo hasta navidad)

Siempre me ha llamado la atención el como muchas mujeres obedecen patrones impuestos por otros (que a veces ni siquiera son mujeres) para luchar por ellas pero al mismo tiempo se dañan ellas mismas. Es como dar un paso y retroceder dos.

Esa contradicción de "queremos igualdad" pero sin embargo al final no quieren ser tratadas de igual manera. Me explico, muchas exigen igualdad de genero, que se las trate igual pero cuando ocurre, algunas se enojan porque no las tratan de manera delicada con el argumento de "porque soy mujer". O sea esta bien discutir acaloradamente con un hombre, pero si la otra persona es mujer CUIDADO es violencia de genero (y no hablo de insultos, muchas respingan la nariz con un leve alzamiento de voz) pero sin embargo ellas si pueden alzar la voz, insultar e incluso golpear a un hombre sin que se tome como violencia (total es hombre, tiene que aguantar)... ¿no cuadra cierto?

Esta muy bien y me parece super la idea de que tengan el mismo sueldo, que puedan trabajar, que tengan opción de los mismos cargos o empleos, que haya igual "objetización" del cuerpo de hombres y mujeres (como los modelos o actores, que dicho sea de paso cuando salen desnudos deberían salir ambos frontalmente desnudos), también esta bien que puedan vestir como quieran sin ser catalogadas o si quieren desnudarse sin ser "sueltas" o incluso si quieren tener múltiples parejas (aunque ojo, no por querer igualarse a un hombre, sino porque disfrutan de eso). Lo otro y volviendo al trabajo, ya no es especial o llamativo que trabajen y sean mujeres, así que ponerlo como novedad o premio al esfuerzo o distinción de especial, es contraproducente a la idea de equidad de genero. Por que decir "pero es que además de trabajar veo la casa", en algunos casos es por no dejar que "su hombre" la vea y que la haga como se le da la gana y no como ella querría.

Pero hay mujeres que llevan su discurso feminista al péndulo mortal y trastocan el termino de igualdad (aunque debería ser equidad) y lo llevan al extremo de querer polarizar completamente las cosas. O sea, hombres esclavos y mujeres torturadoras. Y es precisamente en esos aspectos en que me recuerdo el refrán de "Ojo por ojo y el mundo quedara ciego" (referido este párrafo a la estupidez humana del hashtag "Kill all Men", en donde una mujer dice que sería mejor exterminar a 3/4 partes de los hombres y muchas otras mujeres le aplauden, más encima ni siquiera como broma).

Buscar EQUIDAD no significa poner la pata encima por despecho o por sentirte más débil y para dejar de sentirte débil debes hacer sentir más débil a otro. Para dejar de ser débil debes tu mismo/a no sentirte débil. El tratar de hacer el daño que te han hecho a otros para sentirte mejor finalmente es un cáncer que nos carcome como humanidad. No tiene sentido mantenerlo en el tiempo y avalarlo (venga de hombre o de mujer). Porque al final entonces no es buscar equidad es buscar revancha.

Además estamos en una época y con generaciones que ya están tratando equitativamente a ambas partes y aun así se vuelve al querer desequilibrar la balanza en favor "solo porque son mujeres", solo por un pasado. El pasado enseña a no querer repetirlo, no a usarlo como regla para controlar a otros. Porque finalmente lo vuelve un pensamiento super inconsecuente "torturar es bueno cuando torturas a torturadores" porque no hay CI para hacer otra cosa, sino la misma.  

Hay algo que siempre me ha parecido gracioso, y con esto termino este breve texto.
Las mujeres que entre sus alegatos y muchas veces alzados como "contundentes" alegan con lo siguiente: 

- Me duele cuando me llega la regla
- Soy yo la que tiene que cargar una guagua 9 meses y alimentarla
- No puedo hacer pipi parada en cambio tu puedes hacer pipi donde quieras.
- Si me abro de piernas quedo super expuesta.
- Si corro me molestan las mamas/lolas/pechugas
- Tengo cambios hormonales y no adelgazo tan rápido como tu.

Y un sin fin de etcéteras, de la misma índole biológica que no corresponde a aptitudes o actitudes.

A eso me gustaría responder: Pues anda a alegarle a la Naturaleza!! (o a Dios si son creyentes) y veamos que te responde! Seguramente estarás miles de años esperando esa respuesta. 
No me aleguen a mi de esas cosas pues YO NO TE HICE MUJER, por ende no puedo ser responsable de algo que no he hecho. Puedo reaccionar empatico, puedo ser un apoyo en esos momentos, pero responsable de que seas mujer ¿en serio? ¿Yo hombre "malo" te hice mujer y quise que tuvieras y pasaras por eso? Un poquito de cordura aquí por favor.

Y la cuota conspiracional de este tema es decir que demás el típico grupo selecto de hombres y mujeres poderosos, les conviene esta batalla de sexos, porque mientras hombres y mujeres (ambos como rebaño) pelean y pierden tiempo discutiendo, es más fácil de controlar y meterles más cosas innecesarias que solo benefician a unos pocos.

Cabe mencionar que siempre he sido pro equidad con mujeres y las respeto N, pero una cosa no quita el que vea errores (en ambos estúpidamente llamado bandos).

Eso por ahora, ya subiré más temas en otros momentos.