"Erase una vez, unos bichitos sin forma, o al menos aun no se sabia en que se convertirian. Para saberlo estos bichitos sin forma debian ir por el mundo y ver lo que la naturaleza les ofrecia, con esto descubriendo que serian.
Dos amigos bichitos sin forma, partieron su viaje, no paso mucho tiempo hasta que llegaron a un lugar donde habian dos realidades.
Por un lado había una gran cosa de luz que iluminaba todo, estatica y sin moverse apartaba la oscuridad sin tregua, alrededor muchos bichitos, con forma, volaban y admiraban la luz.
Por el otro lado, habia mucha vegetacion y miles de otros bichitos, con forma tambien, cada uno luego de un notorio gran trabajo generaba ciertos destellos de luz.
Ambos bichitos sin forma quedaron observando, hasta que uno de ellos entuciasmado le dijo al otro: es obvio que la forma correcta es la de aquellos en la gran luz, la oscuridad no me alcanzara jamas y la luz siempre me protegera. Abrazo a su amigo y se dirigio a la gran luz, transformandose en una polilla mientras llegaba.
El otro bichito que quedo solo, se sintio feliz de que su amigo encontrara una forma, aunque el aun no sabia que decidir. Continuo observando decidido a tomar la opcion correcta. Luego de observar más detenidamente pudo comprobar lo siguiente:
- Los bichitos que se iban a la gran luz, luego del tiempo dejaban de pensar por si solos, para ellos solo la gran luz existia y solo tenian ojos para ella, una total y absoluta devocion. Con el tiempo dejaban de comer, de preocuparse por ellos mismos, hasta dejaban de hablar con otros bichitos llegando hasta a luchar por estar más cerca de la luz, ya que la luz lo era todo. Pasaba de tiempo en tiempo, que más de algun bichito deseaba tanto a la luz que se acercaba y caía muerto sin que los demas bichitos notaran lo ocurrido al estar tan absortos en la magnifica luz.
- Por el otro lado, los bichitos de la vegetacion, trabajaban día a día, comian muy bien, se reunian haciendo familias, comunidades y con trabajo arduo prendian luces en su propio cuerpo, tarea colosal. A simple vista el trabajo era más arduo y fuerte que el resultado visible en sus cuerpos. Más encima estaban en la oscuridad y aparentemente no eran protegidos por nadie.
El bichito sopesando ambas realidades, pensaba que aun cuando los bichitos de la gran luz dejaban de pensar, de comer o de hablarse mutuamente y ademas muchos morian tratando de tocar la luz, al menos tenian algo a que aferrarse, algo superior el cual en apariencia protegia con su luz alejando la oscuridad. Su amigo habia decidido ir hacia allá y aunque con eso significaba no poder hablar con el nunca más, habia alcanzado la felicidad, al menos en apariencia.
Mientras estaba pensando esto, y ya casi decidido a irse a la gran luz, escucho un fuerte murmullo y vio por ultima vez en direccion de los bichitos de la vegetacion y quedo asombrado con lo que vio. De pronto, y requiriendo mucha comunicación de por medio, mucha protección mutua y mucho amor, todos los bichitos encendian sus luces al mismo tiempo. No era tan grande ni luminosa como la otra luz, pero lo que la hacia bella era la cantidad de formas o figuras que todos ellos lograban conformar aportando cada uno su propia luz. Entre todos hacian un espectaculo bello, unico y diferente a cada segundo, más aún, un espectaculo en donde cada uno iluminando desde su interior se conectaban unos con otros en una danza hermosa. No hacian desaparecer la oscuridad sino que compartian con ella, incluso la misma oscuridad hacia que el bello espectaculo resaltara a la vista, como estrellas en contraste con el cielo nocturno. Era como bajar el cielo a la tierra.

Luego de ver esto el bichito sin forma, lleno de admiracion tomo la desicion, seria una luciernaga.
Le costaria muchisimo tiempo ser capaz de generar luz propia, trabajaria día a día y muchas veces en una oscuridad absoluta. Pero le recorfortaba el saber que aun en esa oscuridad absoluta, sabria que muchos otros bichitos estaban por igual trabajando y que llegado el momento y recibiendo el mensaje, todos brillarian en conjunto formando la más bella melodia visual, la más bella danza de luz, todas distintas pero complementandose unas con otras."
Fin
GhianDrake / Johnny A. Pantoja P.
Aún cuando hay periodos en nuestra vida que somos polillas, asombrados por la gran luz que proyecta (o que creemos que proyecta) una persona, un credo, una institucion o lo que sea, siento que debemos llegar a abrir bien los ojos y salir de ese embrujo o encantamiento que una gran luz genera. Siento que cuando en nuestras vidas decidimos ser luciernagas y hacer que nuestra luz interior brille, con esto formando parte de un todo, es cuando más llenos podremos sentirnos.
¿Polilla o Luciernaga?
Trabajo día a día por ser una Luciernaga.